Son nuestro secreto mejor guardado

La figura del curator en Amàre Hotels no es simplemente la de un colaborador: es un embajador de los atributos intangibles que definen la personalidad de la marca. Cada especialista —ya sea en café, vino, sushi, coctelería o música— actúa como un intérprete emocional del estilo de vida Amàre, traduciendo sus valores en experiencias concretas y memorables.

Desde la sofisticación, los curators aportan excelencia, gusto refinado y atención al detalle. Ningún vino se elige al azar, ni se sirve un cóctel sin intención: cada selección responde a la cultura, la estética y la distinción.

El atributo sensorial se refuerza cuando un café cuidadosamente preparado o una pieza de sushi perfectamente emplatada despierta más de un sentido a la vez. Todo está diseñado para sentirse, no solo para consumirse.

Mientras tanto, el carácter cosmediterráneo se expresa a través de la fusión de elementos locales y globales: vinos andaluces con alma europea, sushi elaborado con pescado ibicenco o cafés de especialidad servidos con hospitalidad mediterránea.

Y, por último, los curators dan vida al atributo apasionado: seleccionan, crean y comunican desde el entusiasmo, generando conexión emocional. Así, la curaduría no solo enriquece la experiencia, sino que se convierte en un vehículo vivo de la marca Amàre.